jonas y el gran pez, una metafora de sexualidad
Sexualidad

Jonás y la sexualidad

Hola, de nuevo. Hoy quiero platicarte una metáfora basada en otra metáfora. ¿Alguna vez has escuchado la historia de Jonás y el gran pez? comúnmente se le conoce como Jonás y la ballena.

Es una historia que aparece en las escrituras sagradas cristianas, la Biblia. Se cuenta la historia de Jonás, un profeta de Dios que es enviado por Dios mismo a predicar al Nínive, lugar donde según esta historia existía mucho pecado.

Dios llamó a Jonás un día para que fuera a predicar a la ciudad de Nínive donde la maldad de la gente abundaba. A Jonás no le gustó nada la idea puesto que la ciudad de Nínive era una de las principales ciudades enemigas de Israel y el no queria nada que ver con ellos.

Así que Jonás intentó escapar e ir exactamente en la dirección contraria que Dios le había dicho y se subió en una barca con destino a Tarsis. En su camino a Tarsis Dios desató una gran tormenta y los hombres decidieron tirar a Jonás al mar porque pensaron que él traía mala suerte. Una vez en el mar Dios hizo que un pez muy grande, o una ballena, lo tragara entero y así no se hundiera. Jonás permaneció durante tres días en el vientre de la ballena y fue durante este tiempo que Jonás pidió perdón por su desobediencia, y comenzó a adorar a Dios. Después Dios hizo que la ballena escupiera a Jonás en las costas de Nínive.

Tal vez en este momento te estes preguntando que tiene que ver esto con la sexualidad. Pues te cuento.

Jonas representa al ser humano, el gran pez son nuestros pensamientos, y Dios….pues es dios, la representacion mas conocida de nuestra espiritualidad. Y si ya has experimentado un orgasmo, sabes que es como estar en el paraiso, ahi donde el relato bíblico del génesis menciona que el Ser humano estaba con Dios.

Entonces, cuando se presenta alguna disfuncion de la vida erotica y tenemos conflicto para conectar con el placer tendemos a ir a nuestros pensamientos.

Consciente o inconscientemente desobedecemos a nuestro cuerpo (dios) y nos vamos justo al lado contrario…nuestra cabeza.

Nos ponemos tan mentales pensando en todo lo que no queremos que suceda y en todo lo que nos gustaria que sucediera que es como si ese gran pez, nos consumiera por completo y justo sucede todo lo contrario a lo que esperamos… perdemos la erección, eyaculamos antes de lo deseado, dejamos de lubricar, perdemos el deseo.

Por el contrario, salirnos de la cabeza, conectar con el cuerpo y las sensaciones que nos regala el momento presente……¿te imaginas el resto?

Exacto, si obedecemos a nuestro cuerpo nos remontamos en el placer, el paraíso orgásmico.

Sé que no es tan fácil como suena. Seguramente para el personaje de nuestra metáfora tampoco fue fácil ir en contra de lo que para él era más “lógico”.

Considerando que para un profeta, desobedecer a Dios es impensable y que aún así Jonás haya pasado por toda esa travesía, sin duda su convicción era muy fuerte, tal como nosotros nos aferramos a nuestros pensamientos.

Y al final no hay más que dejar que el cuerpo haga su función.

Ahora, ya en sexología no siempre es así. Es importante revisar y descartar cualquier proceso biológico que esté influyendo en la disfunción en cuestión. De aquí es que resulta fundamental visitar a un especialista en sexología que pueda ayudarte.

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Sobre mi

Escritor y terapeuta Me gustan las no monogamias, la meditación, la lectura y el café ☕️ Tengo un gato 🐈‍⬛