Estar siendo
Hola, te saludo con mucho gusto y te agradezco por estar aquí y darte el tiempo de leerme. Esta primera entrada quise que fuera una presentación sobre quien soy.
Aunque es posible que ya conozcas de mi por redes sociales, porque alguna vez asististe a consulta conmigo o porque tienes curiosidad por saber de mi vida, usaré este espacio para vaciar mis pensamientos y mi corazón.
Si, por otro lado, llegaste por azares de algún navegador web a este blog, permíteme entonces presentarme.
Mi nombre es Orlando Perez, tengo 39 años (en octubre llego al cuarto piso). Inicie mi búsqueda desde edad muy temprana, explorando con curiosidad los libreros que tenía mi padre sin realmente encontrar nada más que algunas historias de terror, algunos mitos y muchas novelas.
En la escuela preparatoria una chica me presto el libro que de muchas maneras despertaria a mi Yo buscador. Era una fabulosa y breve historia de la filosofía de la boca de Alberto, un maestro de filosofía que comienza a mandar cartas anónimas a una niña llamada Sofia. Adivinaste el nombre del libro?
El mundo de sofia tambien me presento con el pensamiento de quien años después descubriera era llamado el padre del psicoanálisis: Sigmund Freud.
Algo en mi que no alcanzaba a comprender, sabia que algun dia me dedicaría a la psicología. Antes de terminar la preparatoria, tome la decisión de comenzar una vida en pareja con quien es la madre de mi hija (una hermosa princesa de ahora 19 años).
Cuando mi hija tenía 2 años, me encontré con una versión de Dios que sentó bases muy importantes para mi desarrollo personal. Camine ese camino por varios años y, cuando recibí el llamado al pastorado, decidí hacer la licenciatura en psicología.
Ya durante la carrera me encontré con diversas formas de pensamiento que llevaron mi caminar a lugares alejados de lo que entonces entendía como Dios.
Ya en 2018 separamos camino mi ex pareja y yo sin saber que se iniciaba otra etapa fundamental en mi desarrollo personal. Muchas veces dije: si hubiera entendido la vida como la entiendo ahora, no me habría separado; pero si no me hubiera separado, no habría entendido la vida como la entiendo ahora. Y es que así es la vida, los fracasos y frustraciones son aliados muy importantes si aprendemos de ellos
Después de un periodo de explorarme siendo soltero, conocer maravillosas mujeres que me enseñaron muchísimo sobre sexo, empatia, paciencia, amor, miedo, fui encontrando el balance perfecto de la vida.
Después de haber normalizado estados de ánimo depresivos que aparecían de cuando en cuando formando una distimia, llego otra gran maestra: la depresión, pero de ella hablaré en otra entrada, después.
Una terapeuta una vez me dijo: Orlando, más placer menos deber; y esa frase se ha convertido en un lema fundamental para mi.
Actualmente comparto mi vida, mi profesión, mi sexualidad, mis sueños, mis temores y ansiedades con una maravillosa mujer, que esta tan herida como yo, como tu, y que también ha tenido el coraje de pararse en sus inseguridades y compartirlas conmigo formando en conjunto un lugar y hogar seguro para ambos poder mostrarnos vulnerables y así, poco a poco, seguir sanando y disfrutando.
Y nace el nombre que da identidad a este espacio de escritura terapéutica, Disfrutando con Orlando, y espero que asi mismo disfrutes conmigo de los ires y venires de la vida, que después de todo no hay más que vivirla.
¡Ciao!